martes, enero 8

Memoria: inteligencia

81. Los cuentos, las historias, los mitos, los refranes populares, el amor de las cosas viejas, los fracasos secretos y los clamorosos, las experiencias propias y las ajenas, todo ha de atesorarse en la memoria. —Solamente desde el ayer podemos acertar hoy para edificar un mañana mejor, individual y colectivo. —Olvidar, comenzar otra vez desde cero, mirar hacia el futuro sin límites, soñar con un mundo sin rastros de nuestra historia, creer en el progreso iconoclasta: ¡cuántas maneras de ser imbécil!

2 comentarios:

J. dijo...

Yo creo que hay ciertas –cosas- de las cuales uno jamás se recupera, sólo aprende a vivir con ellas. El pasado es constitutivo de lo que hoy somos y de lo que probablemente lleguemos a ser, creo que lo importante debe ser la capacidad de rescatar de las distintas experiencias pasadas aquello que nos permita acertar en la toma de decisiones del presente. Finalmente creo que lo que todos buscamos es disminuir las cuotas de dolor.

Anónimo dijo...

Es cierto, dar un paso sin ignorando lo aprendido en la vida no es productivo, y tiende a ser una conducta de evasión, a los errores cometidos tal vez.