Tras una conferencia brutal . . .

Tras haber estado casi encerrado preparando una conferencia brutal, donde propongo abolir todas las leyes sobre el aborto, me pongo al día, pues quiero cumplir la meta auto-impuesta de un capítulo por semana: De ahí las fechas asignadas a lo que acabo de enviar. No se trata de mentir sobre la fecha, sino de asignarle la fecha que realmente le corresponde en la secuencia. Gracias, y perdón por la seriedad de los temas: desde que escribo en El Mercurio, dejo para sus lectores la chacota . . . ¿quién habla en serio en Chile?

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64. La táctica de las tiranías encubiertas es dar libertades amplias para cosas triviales, y tantas veces corrompidas, a la vez que anulan la libertad de pensamiento mediante la propaganda y el control de la cultura. —La tolerancia de los disidentes, como casos marginales, refuerza la sensación general de libertad.

65. Añoro esos años románticos, donde un loco con ideales trabajaba por la noche para publicar su propio diario y luchar por la justicia. —Ahora dicen que es imposible, que la publicidad, que el dinero, que . . . ¿y quién cree en la justicia?

62. Solamente un Alguien puede ser querido por sí mismo y para siempre. Y únicamente mediante la entrega de la propia posibilidad de querer podemos querer así. Quien no ha elegido a un Otro para siempre no sabe todavía querer más allá de sí mismo.

63. El derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus propias convicciones es, además de un deber indispensable, la primera de las libertades exteriores que hay que defender contra toda tiranía. Si falta o no se ejerce, los niños se convierten en juguetes del poder y de su ideología dominante. Y todos los ciudadanos se convierten en niños.

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59. La máxima libertad y la máxima razón van siempre unidas. —Dios, que quiere lo que le da la gana —y excluye infinitas posibilidades de ser—, solamente puede querer ordenadamente: ¡para su gloria!

60. La libertad existe en acto —no como mera posibilidad del querer— cuando se ejerce, es decir, cuando se decide. Tanto más fuerte es la libertad cuanto más intensa y duradera es la adhesión a lo decidido. Por eso, nada hay más libre que una decisión irrevocable.

61. La elección hace real la libertad al mismo tiempo que excluye las otras posibilidades. —No puedes ser libre sin gastar tu posibilidad de libertad en elecciones excluyentes. —Sin compromisos solamente hay veleidades.