jueves, mayo 18

  • La mirada del sabio, cuando se posa sobre sí mismo, o ve ignorancia o está a oscuras. —Las ciencias no colman el deseo: abren a cada paso nuevas vetas para seguir deseando. —El sabio y el científico, si son humildes, serán felices sólo por ser humildes. —Sin humildad todo saber deprime o enceguece.

  • La felicidad imperfecta, posible en esta vida, consiste en la práctica de la virtudes —comentaba un italiano, tomándolo de un griego antiguo—. ¿Y la felicidad perfecta? —¡Ah!, ésa está más allá de las fuerzas humanas y de la vida presente: procura hacerte amigo de Dios. —Así cualquiera.

  • Las virtudes no dan la felicidad. —Vivir conforme a la razón no hace dichosos a los hombres. —Solamente la soberbia, la autocomplacencia del que admira su prudencia, su justicia, su fortaleza, su templanza y tantas otras excelencias suyas, puede llevar a creerse tamaño despropósito. —Más vale morir clavado en una cruz, convencido de la propia miseria, mirando de frente a la Virtud escarnecida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Esto es cómo lo mío, pero en sabio, reconocidamente sabio!

¿Nadie ha comentado AÚN? Me ha gustado, lo enlazaré ¿No hay problemas? Saludos.

Anónimo dijo...

estimado amigo cristóbal, no es así. las virtudes sí dan la felicidad. quizás has estado buscando en lo que tú creeías ser virtuoso. pero la virtud, como hábito permanente de hacer el bien, es un hábito porque justamente se dirige hacia lo bueno, y eso no cuesta. no existen lo bienes arduos. es gozoso dirigirse hacia el bien. pero muchas veces confundimos y creemos que se trata de cumplir a la fuerza imperativos morales que ojalá no existieran. las virtudes nos entregan un alto de conocimiento, pero de la verdad. y ahí somos libres y la pasamos bien, no nos sentimos infelices ni seguimos creyendo teorías. la verdad, dejamos de creer en todo. porque todo está sucediendo justo ahora. no existe ni el pasado ni el futuro. y ahora está dios en todas partes y dentro de nosotros. y es perfecto y es una dicha que no puede transmitirse. no se puede conceptualizar.

Anónimo dijo...

y quisera agregar. es muy distinta la "razón" del "razonamiento". las personas que lo racionalizan todo están profundamente apegadas a sus estructuras mentales, y por lo tanto ciegas al origen de las cosas, porque rara vez algo o algien calza con sus esquemas mentales. ese pensamiento obsesivo es un ahogo tremendo. y las personas virtuosas no están apegadas al razonamiento. las personas virtuosas son profundamente felices, porque han alcanzado su naturaleza.

son personas en un estado de contemplación. y no tienen nada que andar pensando nada, porque están viviendo la felicidad. ¿qué sentido tendría ponerse a pensar y teorizar cuando están experiementando la dicha?

pero ojo, esas personas virtuosas no las vamos a encontrar en el simple acto de arrodillarse ante un altar, o cosas por el estilo. es que no tiene nada que ver con sentirse inferiorizados o no dignos del amor de dios. una persona virtuosa es alguien con una serenidad que se percibe al instante. una persona que no teme a nada, porque no hay nada de qué temer. es una persona que se ha dado cuenta que no existe la muerte, que su conciencia o espíritu es eterno, pero como experiencia, no como creencia. la "creencia", es más bien, un deseo. y los deseos sólo traen ansiedad, y así empieza el cuento del sufrimiento e infelicidad.