98. El arte de engañar a los ignorantes y de humillar a los sabios, la técnica de la falacia y de la burla, se ha perfeccionado hasta el infinito. Nos parece ahora insuperable.
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Todos los martes, para quienes no tienen tiempo, máximas mínimas, aforismos, medios pensamientos. Todos los temas, todas las voces, todo simplemente lanzado al aire. Irreverente con lo políticamente correcto, fuerte para provocar, sin miedo a ir al fondo, contra la corriente, para hacer saltar un pensamiento nuevo. O mejor: un pensamiento viejo.
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1 comentario:
engañar a los ignorantes sí, pero no se puede humillar a un sabio. en la cabeza de un sabio, no existe esa palabra. quizás quisiste decir sabelotodo. a esos sí se les puede humillar.
TH
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