tag:blogger.com,1999:blog-24774375.post2910900297056709575..comments2023-10-31T00:46:30.293-08:00Comments on Máximas Mínimas: Perdón, ¿olvido?Cristóbal Orregohttp://www.blogger.com/profile/02749099598911824648noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-24774375.post-83800508143456099432008-03-20T19:11:00.000-08:002008-03-20T19:11:00.000-08:00“El perdón nace del alma generosa.” (Maquiavelo, P...“El perdón nace del alma generosa.” (Maquiavelo, Pensieri XI, 7). <BR/>“Solamente los espíritus valerosos saben la manera de perdonar. Un ser vil no perdona nunca. No está en su naturaleza.” (Sterne). <BR/>Tomás de Kempis, monje católico del siglo XV, dice ”El hombre mira las acciones, pero Dios mira las intenciones.” <BR/>Pero ¿Se debe perdonar al ofensor solamente o también olvidar la ofensa?<BR/>Es dable pensar que debemos perdonar la intención, pero de ello también es necesario sacar una lección de vida, un aprendizaje. No implica lo anterior guardar rencor frente a la intención ya perdonada, sino que debemos tener constancia de la enseñanza del hecho y sus resultados para no repetir en nuestro actuar futuro. <BR/>Racionalmente analizamos el acto mismo, pero es nuestra alma la que perdona, nuestro corazón misericordioso, y nuestra comprensión . Además , y no menor, debemos tener la voluntad cierta de perdonar. Es decir, lo que nos hace perdonar es el amor efectivo que sentimos hacia el ofensor, como prójimo o “ser” que merece oportunidades en esta vida y al mismo tiempo tener la experiencia vivida como un aprendizaje de vida<BR/><BR/>Saludos<BR/><BR/>http://andreabalbontin.wordpress.comAnonymousnoreply@blogger.com